Salzburgo

Salzburgo encanta a los visitantes con su rica historia, su impresionante paisaje alpino y sus profundas raíces musicales. Con una población de unos 155.000 habitantes, es la cuarta ciudad más grande del país y la capital del estado federado de Salzburgo. El nombre «Salzburgo» significa «Castillo de Sal», un guiño a la riqueza histórica de la región generada por la minería de la sal, que desempeñó un papel crucial en su desarrollo durante la Edad Media.

El centro histórico de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una obra maestra de la arquitectura barroca, gran parte de la cual se forjó bajo el gobierno de los poderosos príncipes-arzobispos que gobernaron Salzburgo como territorio eclesiástico independiente hasta principios del siglo XIX. Paseando por sus calles estrechas y empedradas, los visitantes pueden admirar iglesias adornadas, plazas elegantes y patios encantadores que reflejan siglos de influencia artística y cultural.

Salzburgo es famosa por ser el lugar de nacimiento de Wolfgang Amadeus Mozart, y la ciudad celebra su patrimonio musical con festivales, museos y conciertos durante todo el año. Su fama internacional se cimentó aún más con Sonrisas y Lágrimas, que utilizó muchos monumentos locales como lugares de rodaje y sigue atrayendo a aficionados de todo el mundo.

Dominada por la imponente Fortaleza de Hohensalzburg -uno de los castillos medievales más grandes y mejor conservados de Europa-, Salzburgo combina a la perfección su grandeza histórica con una cultura moderna. Ya sea explorando palacios barrocos, disfrutando de un concierto o simplemente relajándote en uno de sus pintorescos cafés con vistas a los Alpes, Salzburgo ofrece una experiencia exclusivamente austriaca que es a la vez elegante y acogedora.