Visita Sevilla junto al río

4.8

El río no es sólo agua en Sevilla: es historia. El Guadalquivir fluye lento, ancho y lleno de memoria. En sus puertos surgieron imperios. Los amantes se conocieron en sus orillas. Los artistas lo pintaron. Los marineros rezaban junto a él. Si Sevilla es una canción, el río es su ritmo. Y pasear por él es como escuchar el zumbido de la ciudad.

Empezamos por la torre vigía más famosa de la ciudad: la Torre del Oro. Doce lados, piedra gruesa y un nombre que susurra a tesoro. Lleva montando guardia desde el siglo XIII, construida por primera vez por los almohades. Algunos dicen que estuvo cubierta de tejas doradas que brillaban al sol. Otros dicen que custodiaba el oro de la ciudad. En cualquier caso, controlaba el acceso al puerto y sostenía uno de los extremos de una enorme cadena que se extendía por el río para detener a los barcos enemigos. Hoy alberga un museo naval y algunas de las mejores vistas en un día despejado.

Desde aquí, un corto paseo nos lleva a un lugar de pasión y precisión: la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Ese nombre es un trabalenguas, así que la mayoría la llama simplemente «La Maestranza». Sus curvas blancas y amarillas son icónicas. Aunque nunca veas una corrida de toros, el edificio cuenta una historia. No se trata sólo de toros y capotes, sino de ritual, arte y controversia. Aquí es donde los aficionados contienen la respiración. Donde el silencio es más fuerte que los vítores. Y donde la línea entre la tradición y el cambio se traza en la arena.

Justo al lado, el Puente de Isabel II, conocido más comúnmente -y con cariño- como el Puente de Triana. Construido en 1852, fue el primer puente sólido que sustituyó al antiguo paso de pontones flotantes. Sus arcos de hierro se inspiraron en un diseño parisino, pero su corazón es puramente sevillano. La gente se detiene aquí. Se apoyan en las barandillas. Contemplan el río, las torres, los reflejos. Al atardecer, se convierte en un marco para la luz más hermosa de la ciudad.

Crúzalo y estarás en Triana. Un barrio con voz propia. Durante siglos, fue hogar de alfareros, marineros, cantaores flamencos y artesanos. No es pulido, ni intenta serlo. Ése es su encanto. Pasea por sus callejuelas y olerás a barro, a pescado frito, puede que incluso a humo de leña. Las tiendas de cerámica siguen vendiendo azulejos pintados a mano en talleres transmitidos de padres a hijos. El flamenco aquí no espera a los turistas. Se vive en patios, bares y cocinas. Pregunta a cualquier trianero y te dirá: «No somos de Sevilla. Somos de Triana».

Y finalmente, paseamos por la calle Betis. Fachadas luminosas, balcones cubiertos de flores, y siempre el río a tu lado. Antaño un puerto de trabajo lleno de tabernas y almacenes, ahora es una de las calles más animadas de la ciudad. Ven aquí de día por las vistas. Ven de noche por la música. Elige una mesa, pide una bebida y deja que la ciudad pase a tu antojo.

Este recorrido no va muy lejos en distancia, pero en tiempo, viaja siglos. De las atalayas a las tabernas, de la piedra al agua, te muestra una cara de Sevilla siempre en movimiento, siempre reflejándose, siempre viva. Como el río.

by Isabelle Dubois

LUGARES QUE VISITARAS

No hay ubicaciones disponibles para esta audioguía.

    Descarga tokentrotter y disfruta de este audiotour en tu movil.

    0€
    0 TTR
    Fecha

    Cualquier día

    Lugar de inicio

    Tower of Gold

    Distancia recorrida

    1534

    Duración

    40

    Idioma

    Descarga la app y disfruta de estos otros tours gratuitos